Mucho se habla de lo increíblemente positivo que es el feng shui, por ello no es de extrañar que genere gran interés entre las personas, después de todo ¿Quién no quiere crear la mejor energía en su hogar?
Sin embargo, no todos se ponen manos a la obra con la práctica, pero por no saber sobre la teoría, por ello es importante informarse.
Desde la ubicación de los muebles, sean muebles escoberos u otros hasta la escogencia de colores y más, es crucial conocer las reglas básicas.
La Regla del ‘chi’ para que la energía fluya
El chi es un término ampliamente mencionado en torno al tema, el cual hace referencia a la energía vital que recorre todos los espacios.
Para mejorar el flujo del chi, es fundamental la acumulación de objetos y el desorden, para contar así con uno más en calma que se sienta mejor.
Organiza tu entrada: la bienvenida es clave
La entrada de tu hogar es precisamente el punto de entrada de la energía, por lo tanto, apunta a definir este espacio limpio, iluminado y libre de obstáculos.
Colocar una planta de interior que de una sensación fresca y natural desde el primer instante, o un objeto decorativo que simbolice la bienvenida invita a la buena energía a entrar.
Asimismo, puedes hacer que la misma sea práctica, ubicando una mesa auxiliar para poner estos medios o hasta un zapatero para más utilidad como los que hallas al buscar muebles online en Miroytengo.es.
Distribuye los muebles con buena intención
Ubica tus muebles de forma que no obstruyan el paso y mantengan una circulación cómoda, porque de lo contrario, no estas yendo con lo que sugiere el feng shui. Los asientos y la cama deben estar en posiciones que te permitan ver la puerta sin estar directamente frente a ella, favoreciendo una sensación de seguridad y control.
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Ten como norte que no deben ser más grandes que el espacio del que dispones, y al ponerlos, no tiene por qué existir dificultad para ir de un sitio a otro, pues seria molesto.
Aprovecha la luz natural siempre que puedas
Deja que la luz del sol entre libremente durante el día y utiliza espejos para reflejarla y distribuirla por el espacio. Esto ayuda a energizar tu hogar y a mejorar el estado de ánimo de cualquiera, porque el sol desde las ventanas tiene este efecto.
Incorpora agua, fuego, tierra, madera y metal
Cada elemento tiene su propio efecto en la energía del hogar, por ende, emplea plantas para la madera, velas para el fuego, fuentes de agua, piezas de cerámica para la tierra y objetos de metal en proporciones equilibradas para estimular el flujo positivo.
Mantén la cocina ordenada y limpia
En el feng shui, la cocina representa dos cuestiones esenciales, como lo son la abundancia y la salud. Procura que esté siempre limpia y organizada, y deja los utensilios en buen estado. Especialmente, la estufa debe estar libre de grasa y funcionando bien, ya que representa la prosperidad.
Evita las esquinas y bordes afilados
Los ángulos agudos y bordes filosos pueden bloquear el flujo de energía. Si tienes muebles o paredes con esquinas pronunciadas, suavízalas con plantas o decoraciones redondeadas. Esto va a reducir la tensión en el ambiente y fomenta la tranquilidad, algo que vas a percibir al estar dentro del hogar.
Usa colores con propósito
Los colores tienen un efecto poderoso en el feng shui, siendo recomendado usar tonos suaves y naturales en áreas de descanso, y colores vibrantes en espacios de actividad. Los tonos verdes o marrones aportan estabilidad, el azul promueve la paz, y el rojo representa energía y pasión.
Equilibra aspectos como el yin y el yang
Factores como el yin y el yang son usados en el feng shui, buscando un equilibrio, que siempre es bueno. Para lograrlo, incluye elementos suaves y oscuros junto a elementos vibrantes y claros para crear un espacio armonioso que permita tanto la relajación como la actividad.
Limpia energéticamente tu espacio regularmente
No solo te enfoques en la limpieza física, realiza limpiezas energéticas usando incienso, velas o aceites esenciales. Estos rituales son geniales para eliminar las energías negativas y revitalizan el espacio. Hazlo especialmente después de eventos importantes o cambios en la casa.