El jardín es un espacio privilegiado con el que no todos cuentan, de hecho, son pocos quienes disponen del mismo, e irónicamente no tantos le sacan el máximo provecho que tiene.
Sin embargo, siempre se puede hacer algo para cambiar esta situación, en este caso: hacer una reforma. Si no se sabe por dónde empezar, sugeriremos varios aspectos para ayudarte.
Define el propósito de tu jardín
Antes de empezar a cavar y plantar, reflexiona sobre el uso que quieres darle al jardín, para poder orientar la inversión más adecuadamente. Quizás quieres un área de descanso, una zona para que jueguen los niños o un área perfecta para reuniones.
Haz un análisis del espacio actual
Tómate un tiempo para observar y analizar sus características: el tamaño, la forma, el tipo de suelo, la cantidad de luz solar que recibe, y los puntos problemáticos, como áreas con mal drenaje o zonas demasiado sombreadas.
Establece un presupuesto
Como cualquier reforma, trabajar en un jardín puede volverse costoso si no se controla adecuadamente. Define cuánto estás dispuesto a gastar y asigna un presupuesto para cada elemento: plantas, muebles, materiales, herramientas, y mano de obra. Considera incluir un margen para imprevistos.
Dibuja un plan de diseño
Un diseño claro y detallado evitará problemas más adelante, por lo tanto, usa papel cuadriculado o herramientas digitales para trazar el plano de tu jardín, incluyendo caminos, áreas verdes, patios, y elementos decorativos. Añade detalles como tipos de plantas, ubicaciones de muebles y posibles estructuras, como pérgolas o fuentes.
Elige un estilo que te guste
Decide qué estilo quieres que tenga, como quizás minimalista, rústico, moderno o tropical. Cada estilo tiene plantas, colores y materiales característicos.
Por ejemplo, un jardín mediterráneo puede incluir plantas como lavanda y olivos, mientras que un estilo moderno optará por líneas rectas y materiales como concreto y acero.
Considera las condiciones climáticas
Es fundamental evaluar cuál es el clima de la región, porque según sea, va a influenciar con lo que respecta a la elección de las plantas a incluir.
Es necesario seleccionar plantas que prosperen en tu zona y materiales que resistan las condiciones climáticas locales, como lluvia, sol intenso o heladas.
Define áreas funcionales
Divide el mismo si cuentas con suficientes metros cuadrados, en áreas específicas según las actividades que planeas realizar.
Por ejemplo, una zona de juegos, una terraza para comer al aire libre, un espacio para relajarte o un rincón para cultivar plantas. Esta división hace que sea más funcional y organizado, que al final del día, es algo que se agradecerá.
Selecciona muebles y accesorios
El mobiliario exterior es clave para disfrutar, siendo ideal escoger muebles resistentes al clima, como los de madera tratada, aluminio o ratán sintético, los cuales hallas en nuestra tienda de muebles baratos.
Incluso dispones de opciones versátiles como el mueble escobero, y por supuesto, más para el interior, como muebles de dormitorio de matrimonio completo.
De todas maneras, a los que adquieras para afuera, añade cojines para mayor comodidad, pero asegúrate de que sean de materiales impermeables. Los accesorios, como luces solares, macetas decorativas y estatuas, pueden añadir un toque personal.
Aprovecha al máximo la iluminación
Instala luces LED en caminos, focos en árboles o arbustos destacados, y lámparas colgantes en áreas de reunión. Hacer esto, por un lado, va a embellecer el espacio, y por el otro, la iluminación mejora la seguridad y la funcionalidad.
Incluye elementos decorativos
Las fuentes, estanques, pérgolas, y esculturas lo harán pasar de ser un sitio ordinario a un lugar especial. Elige elementos que se integren con el diseño general y no sobrecarguen el espacio. Por ejemplo, una fuente pequeña en una esquina puede aportar un toque relajante.
No olvides el sistema de riego
Un sistema de riego eficiente facilita el mantenimiento del jardín, por ende, opta por aspersores automáticos, sistemas de goteo o soluciones manuales. Además, considera instalar un sistema de recolección de agua de lluvia para ahorrar recursos y lograr plantas saludables.
Opta por materiales sostenibles
Si buscas reducir el impacto ambiental de tu reforma, elige materiales reciclados o de bajo impacto ambiental. Grava reciclada para los caminos, madera certificada para muebles y estructuras, y plantas autóctonas que consumen menos agua, son varias opciones.
Piensa en el futuro mantenimiento
Diseña este pensando en la cantidad de tiempo y esfuerzo que estarás dispuesto a invertir en su mantenimiento. Si prefieres un jardín al que dedicarle menos tiempo, reduce las áreas de césped y elige plantas resistentes. También puedes optar por cubiertas de grava o madera para áreas difíciles de cuidar.