Por qué se dañan las patas de cama: razones y cuidados

Cada componente del mueble principal de un dormitorio, es decir, la cama, es importante para que la misma pueda denominarse como tal. Entre aquellos a los que se les da más importancia, tenemos la base y el colchón, incluso el cabecero, pero ¿Qué hay de las cuatro patas?

Son sin duda una de las partes más esenciales de cualquier cama, ya que brindan soporte y estabilidad a una altura que supone comodidad.

Sin embargo, no siempre les damos la importancia que merecen, lo que puede llevar a daños que comprometen la seguridad y la funcionalidad.

Patas de la cama: un elemento fundamental

Las patas para somier son cruciales para mantener la estructura de la cama elevada y proporcionar soporte a todo el peso del colchón, las personas que duermen sobre él y cualquier otra carga adicional.

Sin unas adecuadas, la misma pierde estabilidad, lo que podría generar un desequilibrio o incluso daños en otras partes de la estructura. Estas son generalmente de madera, metal o plástico, y pueden variar en diseño y funcionalidad, pero todas cumplen la misma misión. garantizar que la cama esté bien posicionada y no toque directamente el suelo.

Si estas se llegan a dañar serían como la ausencia de muebles de cocinas baratas de Miroytengo.es en la cocina, es decir, no es negociable no tener las más óptimas.

¿Por qué llegan a dañarse?

Las patas de cama pueden sufrir daños por diversas razones, que en ocasiones obligan a comprarlas en Miroytengo. Te presentamos las principales causas:

• Sobrepeso o exceso de carga. Cuando la cama soporta más peso del recomendado, sea por un mal uso o por sobre peso de las personas que lo ocupan, van a ceder o desgastarse, especialmente si el material no es lo suficientemente resistente.
• Uso inapropiado. El movimiento constante o brusco de la cama, como saltar sobre ella o arrastrarla, afectará las patas y dañarlas con el tiempo.
• Material de baja calidad. Aquellas fabricadas con materiales débiles, como plásticos de baja calidad o madera mal tratada, son más propensas a romperse o deformarse rápidamente.
• Desgaste natural. Con el paso del tiempo, el uso constante de la cama provoca el desgaste de las patas. La fricción constante con el suelo, especialmente en pisos duros, puede dañar el material.
• Falta de mantenimiento. Si no se revisan o ajustan regularmente, los tornillos y conexiones se aflojarán, lo que provoca inestabilidad o daño a la base, frecuentemente sin posibilidad a poder remediarlo.
• Superficies desiguales. Colocar el mueble en superficies irregulares o inestables causará que las mismas se doblen o rompan, sobre todo si se aplica más peso en una parte de la cama que en otra.
• Accidentes fuertes. A veces, un golpe o un accidente repentino, como mover la cama de forma imprudente o tropezar con ella, genera que los medios que le sostienen, dejen de funcionar como deben.

Consejos para cuidarlas

Para evitar que las patas de cama se dañen prematuramente, sigue estos consejos de mantenimiento, sean que las tengas o las vayas a comprar con las ofertas de mobiliario en Black Friday 2024, pues vale la pena:

• Revisa regularmente las patas. Una de las primeras cuestiones que cubrir, es mirar que estén firmemente sujetas y no tengan tornillos flojos. Apriétalos de vez en cuando para mantener la estabilidad, porque con el tiempo y movimiento se llegan a aflojar.
• Evita el sobrepeso. No sobrecargues la cama con objetos pesados, más bien procura que el colchón y las personas que lo usan no excedan la capacidad recomendada.
• Usa protectores para el suelo. Coloca protectores de fieltro o goma en las patas para evitar el desgaste por fricción con el suelo. Esto es especialmente útil si tienes pisos de madera o cerámica.
• Mantén la cama en plano. Asegúrate de que la cama esté siempre colocada sobre una superficie nivelada y estable, porque además de que sería incómodo si no, vas a dañar varias partes que componen la misma, que es lo que se quiere prevenir.
• Evita arrastrar la cama. Si necesitas moverla, levántala cuidadosamente en lugar de arrastrarla para no poner presión innecesaria sobre las patas.
• Limpieza regular. Es una buena idea limpiarlas para que no se acumule el polvo y suciedad, que pueden afectar los materiales con el tiempo.
• Sustituye las patas dañadas. Si alguna pata está rota o dañada, sustitúyela lo antes posible para que no llegue a pasar que el daño se extienda a otras partes de la cama.