La seguridad en la habitación de un niño pequeño o de alguien más juvenil, es un aspecto al que se le suele prestar mucha atención, aunque no siempre es suficiente.
La realidad es que al crearlas, los padres se enfocan en elementos obvios como las esquinas afiladas de los muebles o la presencia de enchufes sin protección. No obstante, existen otros peligros menos evidentes que son sinónimo de más riesgo, y los cuales no debes ignorar.
Muebles inestables
Lo primero que señalaremos con lo que respecta a este tema, son los muebles que carecen de estabilidad. Cajoneras, estanterías y armarios altos pueden volcar si un niño intenta trepar por ellos.
Para evitar accidentes, es crucial anclar los armarios juveniles u otros según sean, a la pared con dispositivos de seguridad.
Además, se recomienda no dejar objetos atractivos en medios altos que puedan motivarlos a escalar.
Cordones y cables sueltos
Las cortinas con cordones largos, cables de lámparas o cargadores pueden representar un riesgo de estrangulamiento. Es fundamental procurar que todos los cables estén recogidos y fuera del alcance de los niños.
Se pueden utilizar organizadores de cables y optar por cortinas sin cordón para reducir este peligro en su totalidad.
Juguetes y piezas pequeñas
Los juguetes son para divertirse, pero llegan a convertirse en un peligro si contienen piezas pequeñas con riesgo a ser ingeridos.
Es importante revisar que sean adecuados para su edad y no permitir aquellos con partes desmontables fáciles de tragar. También es recomendable mirar cada tanto el estado para detectar piezas rotas o sueltas.
Productos tóxicos y alergénicos
Muchas veces, los padres no consideran la toxicidad de los materiales en la habitación. Algunos muebles y juguetes contienen pinturas o barnices con compuestos tóxicos, y ciertas alfombras o textiles pueden acumular ácaros y polvo que provocan alergias.
Se recomienda optar por productos con certificación de seguridad y utilizar purificadores de aire si el niño es propenso a alergias.
Ventanas sin protección
Estas aberturas en las paredes son un peligro si no tienen protecciones adecuadas. Un niño curioso quizás trepe y caiga si la ventana está abierta.
Para que no pasen accidentes, es recomendable instalar rejas de seguridad o seguros que impidan que la ventana se abra más de unos centímetros por ellos.
Iluminación deficiente
La mala iluminación nunca es lo ideal, sobre todo por la posibilidad de que sea peligrosa tanto para el desplazamiento del niño como para su salud visual. Un cuarto con rincones oscuros provocará tropiezos, mientras que una iluminación demasiado fuerte puede afectar su vista.
Lo ideal es contar con una luz general suave y complementarla con luces nocturnas de bajo consumo para que los dueños de los dormitorios juveniles se muevan con seguridad en la noche.
Camas y cunas mal ensambladas
Las camas y cunas deben ser seguras y estar bien ensambladas desde el primer día. Una estructura inestable o colchones que no encajan bien, generarán riesgos de atrapamiento o caídas.
Es recomendable verificar periódicamente los tornillos y uniones de la cuna, así como asegurarse de que el colchón sea el adecuado para no generar huecos donde el niño quede atrapado.
Suelos resbaladizos o alfombras sin fijación
Los suelos resbaladizos son causas de caídas peligrosas, especialmente en los más pequeños que están aprendiendo a caminar. Las alfombras, si no están bien sujetas, van a deslizarse y provocar accidentes.
Para que tal hecho no ocurra, usa tapetes antideslizantes y fijadores de alfombra para proporcionar una base firme.
Objetos con bordes afilados
Algunos muebles, como mesas, escritorios o incluso juguetes, pueden tener bordes afilados que representan un riesgo de heridas.
Se recomienda utilizar protectores de esquinas o medios como los que hallas en nuestra tienda de muebles baratos, que están pensados y creados para niños, incluso adquiere más bien juguetes con bordes duros y filosos.
Exceso de decoración y elementos colgantes
Muchas habitaciones infantiles están llenas de decoraciones colgantes como móviles, cuadros o estanterías flotantes. Sin embargo, si no están bien sujetas, en ciertos contextos van a correr el riesgo de desprenderse y caer sobre el niño.
Es importante asegurarse de que todos los elementos estén bien fijados y evitar colocar decoraciones pesadas sobre la cuna o la cama.
Falta de ventilación adecuada
Una habitación mal ventilada eventualmente va a acumular humedad, favoreciendo la proliferación de moho y bacterias, dos factores que no deben estar presentes.
Entonces, es fundamental garantizar una buena ventilación, ya sea con ventanas abiertas regularmente o con purificadores de aire, especialmente en lugares con climas húmedos.