En el entorno laboral las empresas deben proporcionar a sus empleados los mejores medios para poder trabajar adecuadamente, por ello las personas encargadas de este aspecto suelen preocuparse por comprar muebles de oficina de calidad y ergonómicos para equipar la misma.
Sin embargo, uno que se deja a veces de lado son los sillones, que no son simplemente un asiento, pues se trata de una herramienta clave para mantener una postura adecuada, reducir el estrés y mejorar la eficiencia en el trabajo.
Muchas personas pasan horas sentadas frente a un escritorio, y elegir el sillón adecuado puede marcar una gran diferencia en la experiencia laboral diaria.
El papel del sillón en la oficina
Muchos son los muebles que deben estar presentes en las oficinas, como el típico escritorio, una silla para sentarse cerca del mismo, una librería estantería, incluso archivadores, pero ¿Qué tal suena la presencia de un sillón en la misma?
Un sillón de oficina cumple diversas funciones que van más allá de proporcionar un lugar para sentarse. Su impacto en la dinámica de trabajo y en la salud del usuario es significativo, empezando con que es genial para contar con un buen soporte lumbar.
Es claro que promueve el bienestar y la satisfacción laboral, factores excelentes porque un empleado cómodo es más feliz, lo que puede traducirse en una mejor actitud y rendimiento. Al reducir la incomodidad y la fatiga, deja que los trabajadores se concentren mejor en sus tareas.
Es claro entonces que su inclusión es una buena idea, porque adicionalmente, brinda una alternativa en donde seguir trabajando o simplemente descansar para el personal de la empresa.
Beneficios de tener un sillón en la oficina
La inversión en un buen mueble no solo repercute en la salud del usuario, sino que también trae beneficios generales para el ambiente de trabajo, sobre todo si adquieres una opción de calidad como las que puedes encontrar en Miroytengo.es:
- Reducción de la fatiga. Uno que sea ergonómico y bien ajustado distribuye el peso del cuerpo de manera equilibrada, reduciendo la presión en puntos clave y evitando la sensación de cansancio.
- Corrección de la postura. Los sillones de oficina están diseñados para hacer que la columna vertebral quede en una posición neutral, evitando encorvamientos y malas posturas.
- Disminución del estrés y la tensión. Como sabemos, los trabajos de oficina se llevan casi siempre estando sentados, y al disponer de asientos cómodos, se previene la rigidez muscular y los dolores de espalda, cuello y hombros, favoreciendo la relajación.
- Aumento del rendimiento laboral. Un trabajador cómodo y libre de molestias va a concentrarse mejor en sus tareas, por lo que su compra es una inversión con lo que respecta a la eficiencia.
- Mejora en la circulación sanguínea. Los modelos de sillón adecuados permiten una correcta circulación, evitando problemas como hinchazón en las piernas o varices.
- Ajustabilidad y personalización. Si se invierte en dicho medio sabiamente, se encuentran opciones para regular la altura, la inclinación y el soporte lumbar, adaptándose a las necesidades individuales de cada usuario.
- Durabilidad y resistencia. Invertir en uno de calidad asegura una durabilidad más larga, reduciendo los costos de reposición y mantenimiento.
- Aporte a la estética de la oficina. Existen diseños modernos y sofisticados que llevan un paso más allá, haciendo el sitio más agradable y funcional.
- Menos ausencias laborales. Una postura adecuada y una menor carga en la espalda pueden prevenir problemas de salud que deriven en bajas laborales por enfermedades musculoesqueléticas.
- Comodidad para reuniones y largas jornadas. Si el trabajo requiere muchas horas frente al escritorio o largas videollamadas, un sillón de oficina adecuado hace que la experiencia sea mucho más llevadera.
El sillón debe ser cómodo y de calidad
No todos los modelos del mercado proporcionan los mismos beneficios. La comodidad y la calidad son aspectos clave que deben considerarse al elegir uno:
- Apuntar a la ergonomía. Debe ofrecer soporte lumbar, ajuste de altura y respaldo reclinable para adaptarse a la postura del usuario.
- Materiales de alta calidad. Tapizados en tela transpirable, cuero o mallas que permitan la ventilación y brinden confort.
- Base estable y ruedas resistentes. Para facilitar el movimiento sin riesgos de caídas o daños en el suelo es lo más básico que deben brindar.
- Cojín acolchonado. Un asiento con espuma de alta densidad garantiza una experiencia cómoda durante largas jornadas.
- Apoyabrazos ajustables. Son de utilidad para reducir la tensión en los hombros y muñecas, y del cuerpo en general.
- Diseño atractivo y funcional. Un buen sillón debe ser tanto estético como práctico para integrarse bien en la oficina.